El 9 de abril de 2008, el Sastre nos animó a colaborar con la Caja y nos avisó de las dimensiones que debían tener los textos. El aviso sigue vigente, pero cada uno está en su derecho de desobedecer.
No sabéis la de alegrías que me estáis dando. No hace mucho, a punto estuve de cerrar esta bitácora ante el escaso número de colaboraciones. Pues ahora estoy encantado. No hay semana que no aparezca en la bandeja de entrada del correo electrónico de La Caja algún artículo fantástico para mantener vivo este blog. Gracias a Virginia, Sergio Carabias, Sergio Algora, Nascu, Ana M., Rebeca Labeca, Azzunena, Leo Camaleón, Tomás Lobo, Pablo Díaz, Josefina Ketamina… Visto el interés despertado, voy a aprovechar este post para invitaros a seguir colaborando con nosotros. Ya sabéis que el tema es libre. Podéis escribir de viajes, de cine, de música, de amor, de sexo, de poesía, de religión, de sueños, pasiones, ilusiones, magia, tiempo, espacio… Nos valen historias reales, surreales, inventadas, transformadas o siderales. Cualquiera que lea estas líneas puede colaborar, no le cerramos la puerta a nadie. Sólo hacen falta ganas de escribir y enviar un texto a la dirección: cajadeloshilos@gmail.es. A los que nos seguís habitualmente no es necesario que os lo recuerde, pero por si acaso os refresco la memoria: solemos acompañar los textos con una fotografía, pintura o ilustración de algún artista de interés y con algunas canciones en formato mp3. Admitimos sugerencias, pero si os queréis despreocupar, de los aderezos ya nos encargamos nosotros. Dicho esto, quería subrayar una pequeña regla muy fácil de cumplir: la extensión de los artículos, salvo contadísimas excepciones, no debe superar los 3.000 caracteres con espacios. Pese a lo que pueda parecer, no es un texto corto. Ahora, repetid conmigo: 3.000 CARACTERES CON ESPACIOS. Otra vez: 3.000 CARACTERES CON ESPACIOS. Una más: ¡¡¡3.000 CARACTERES CON ESPACIOS!!!. Bueno, como veo que ya habéis tomado nota, no os aburro más. Antes de irme, una cosa: no dejéis de participar y los que aún no lo tengáis claro, no lo dudéis. Dejaos caer entre los hilos de esta caja.
Krijn van Noordwijk es un genio del retrato. Prometemos repetir.
Hoy la cosa va de recortes…